La industria farmacéutica reclama su papel en un Pacto de Estado por la Sanidad

24/1/2018
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La industria farmacéutica reclama su papel en un Pacto de Estado por la Sanidad
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Que pivote sobre la eficiencia, la equidad y una financiación suficiente.

Las patronales de los medicamentos innovadores, genéricos y biosimilares instan a un Pacto de Estado consensuado con todos los agentes implicados, como grupos políticos, gobierno, administraciones, pacientes e industria.

Las patronales de la industria farmacéutica de medicamentos innovadores, genéricos y biosimilares, Farmaindustria, Aeseg y Biosim, han reclamado su papel en el Pacto de Estado por la Sanidad, un acuerdo que, en su opinión, ha de cimentarse sobre unas bases de eficiencia, equidad y una financiación suficiente. Este Pacto, además, debe consensuarse con todos los agentes implicados, como grupos políticos, gobierno, administraciones, pacientes e industria.

Así lo han manifestado Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg, y Joaquín Rodrigo, presidente de Biosim, durante su participación en la cuarta sesión del ciclo de encuentros 'Nuestra contribución al Pacto de Estado por la Sanidad', organizado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef) en la Real Academia Nacional de Farmacia. 

Introducir nuevos medicamentos para un uso más eficiente de los recursos, garantizar una coordinación adecuada para asegurar la equidad y aprobar una financiación suficiente son las tres bases sobre las que debería asentarse un Pacto de Estado para impulsar el Sistema Nacional de Salud y afianzar su sostenibilidad futura y vigencia como uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo por su cobertura y calidad de servicios”, dijo Arnés.


De izquierda a derecha, Joaquín Rodrigo, presidente de Biosim; el moderador Mario Mingo; Mariano Avilés, presidente de Asedef; Mariano Esteban, presidente de la Real Academia Nacional de Farmacia; Humberto Arnés, director general de Farmaindustria; y Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg. 

La eficiencia en el uso de los recursos disponibles constituye “una obligación inexcusable”, según Arnés, y es un ámbito donde “hay margen de mejora, ya que en torno a un 20-30% de los recursos destinados a la sanidad se utilizan de forma ineficiente: intervenciones sanitarias innecesarias, duplicación de pruebas diagnósticas, problemas de coordinación entre niveles asistenciales, medicación de dudosa eficacia, etc.”.

En el terreno estrictamente farmacéutico, Arnés consideró preciso aumentar la eficiencia del consumo de medicamentos a través de una estrategia informativa y educativa dirigida a los ciudadanos sobre su uso adecuado y acciones para mejorar la adherencia, especialmente en pacientes crónicos y polimedicados; hacer mayor énfasis en las terapias preventivas (vacunas, hipolipemiantes, antihipertensivos, antiulcerosos, etc.), dada su capacidad para ahorrar costes futuros, muy por encima del incremento del gasto farmacéutico que puntualmente podría conllevar; y corregir ineficiencias a través de la medición de resultados en salud y sus costes asociados.

Medir resultados en salud
En opinión del director general de Farmaindustria, aplicar la medición de resultados en salud en España “es posible gracias a la revolución de las tecnologías digitales, que permiten la medición de un gran número de variables y la relación entre ellas”. Asimismo, y como consecuencia de este nuevo planteamiento, deben introducirse “fórmulas inteligentes” para financiar los nuevos fármacos. “Pudiendo medir el valor real que aporta un fármaco en la práctica clínica es posible actuar con fórmulas de riesgo compartido o similares”, dijo Arnés.

En cualquier caso, sólo la eficiencia no basta. La escasez crónica de recursos financieros es, en opinión de Arnés, uno de los puntos débiles del actual sistema sanitario español, que, pese a su indudable calidad, adolece de un déficit financiero estructural superior a los 10.000 millones de euros (alrededor de 1 punto del PIB). Y esta mayor financiación del sistema debe ir acompañada de una coordinación más eficaz que evite inequidades en las prestaciones sanitarias. Por ello, Arnés considera que el sistema debe vertebrarse en torno a un “coordinador único en un modelo descentralizado con 17 comunidades con autonomía de gestión en la prestación de la asistencia sanitaria pública”.

Para Humberto Arnés, poniendo en marcha estos elementos, la sanidad española podrá afrontar con garantías los importantes retos que se avecinan como el envejecimiento de la población, los cambios en el estilo de vida, la cronicidad de muchas enfermedades o la introducción de nuevas tecnologías biomédicas en ámbitos como la genómica y la proteómica.

Genéricos, más coste-efectivos
Por su parte, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg, señaló que en España “tenemos un sistema sanitario magnífico pero con recursos financieros insuficientes”, y abogó por un Plan estratégico con políticas farmacéuticas donde convivan fármacos innovadores y tecnología sanitaria con otras opciones más coste-eficientes como los medicamentos genéricos, que proporcionan sostenibilidad, accesibilidad y desarrollo industrial. 

Consensuado con todos los agentes del sector, el plan debe estar dotado de una financiación suficiente, realista y asumible por las comunidades autónomas y la Administración central, y asegurar el acceso a los medicamentos en todo el territorio nacional en igualdad de condiciones y bajo el paraguas de la cohesión. Además, en una sociedad donde la esperanza de vida y la cronicidad aumentan, el genérico es capital en cualquier plan estratégico”, aseguró el director general de Aeseg.

El papel de los genéricos en la sostenibilidad del sistema es capital, según Rodríguez de la Cuerda. “En los últimos 20 años manejamos ahorros de 1.000 millones de euros anuales”, dijo y apeló al sector como uno de los motores más interesantes de la economía del país, y más comprometido con el PIB. Asimismo, propuso que el ahorro que generan los genéricos revierta en una mejor financiación de medicamentos innovadores y dotación del sistema sanitario, y reclamó estabilidad jurídica para el sector.

Biosimilares para la sostenibilidad
Por último, Joaquín Rodrigo, presidente de Biosim, consideró “imprescindible” un Pacto de Estado por la Sanidad, pero que evite el uso de ésta como arma arrojadiza, y defendió que la industria de los biosimilares tenga también cabida porque estos medicamentos aportan al Sistema Nacional de Salud “eficiencia, mayor accesibilidad y una mayor sostenibilidad”.

El impacto presupuestario de los biosimilares en el SNS entre 2009 y 2016 alcanza un ahorro cercano a los 500 millones de euros, y el estimado con las moléculas que van a perder la patente se acerca a los 2.000 millones de euros, recordó Rodrigo, quien se mostró partidario de un Plan estratégico que impulse los biosimilares, aprobado dentro del Consejo Interterritorial del SNS, con cuatro objetivos: adecuar la normativa española a las particularidades de los biosimilares, maximizar las oportunidades que los biosimilares abren en la contribución de la sostenibilidad del SNS, formar a los profesionales del SNS en materia de biosimilares, y formar e informar al ciudadano, en general, y al paciente, en particular. 

Autocuidado, importante
Durante el turno de preguntas, intervino Jaume Pey, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Saluld (Anefp), quien también reclamó que el sector del autocuidado tenga un espacio en el Pacto de Estado por la Sanidad. “Cada cinco puntos que gana el sector del autocuidado, aporta 3.800 millones de euros al sistema económico”, dijo. Pey demandó mayor accesibilidad y rapidez en el mercado de los productos de autocuidado, incluirlos en los sistemas de prescripción porque son de utilidad terapéutica, el uso de la marca en todos sus ámbitos y un sistema de comunicación e información de cara a un ciudadano cada vez más empoderado. 

Ciclo de encuentros de alto nivel
Arnés, Rodríguez y Rodrigo ha participado en el cuarto encuentro del ciclo 'Nuestra contribución al Pacto de Estado por la Sanidad', organizado por la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (Asedef). Este ciclo pretende convertirse en una vía de diálogo que permita limar aristas entre los agentes políticos implicados en la toma de decisiones al respecto.

El ciclo, que se está celebrando desde octubre en la Real Academia Nacional de Farmacia, se compondrá de nueve encuentros un lunes de cada mes hasta junio de 2018 donde se abordará el Pacto de Estado por la Sanidad desde diferentes perspectivas: la del Senado, una consejería de Sanidad, una consejería de Hacienda, la industria farmacéutica, los farmacéuticos, los pacientes, los medios de comunicación, las comunidades autónomas y el Gobierno central. 

Al finalizar el ciclo –dirigido a políticos, instituciones, profesionales, academia, universidad, ciudadanos y organizaciones de pacientes–, Asedef recopilará las conclusiones en un documento que entregará a las Comisiones de Sanidad del Congreso y del Senado, y a todos los organismos e instituciones implicadas.

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