La brecha de género en salud en España representa al menos 9.000 millones de euros al año

30/11/2018
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La brecha de género en salud en España representa al menos 9.000 millones de euros al año
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Las mujeres viven más años, pero con peor salud que los hombres. De eliminarse las desigualdades de género responsables de esta brecha, el ahorro potencial que supondría para el conjunto de la sociedad sería del 0,8% del PIB anual, lo que cubriría casi todo el gasto mensual actual de la Seguridad Social en pensiones contributivas.

La baja natalidad, asociada también a condiciones sociales y económicas desfavorables, restó 31.003 millones de euros al PIB español de 2016.

Las mujeres viven más años, pero con peor salud que los hombres y esta brecha le cuesta 8.945 millones de euros al año a la economía española, lo que supone un 0,8% del PIB. Es una de las principales conclusiones que se desprenden del primer estudio de la plataforma ClosinGap, 'Coste de oportunidad de la brecha de género en salud', liderado por Merck, compañía líder de ciencia y tecnología experta en el área de la salud.

Según el informe, el primero en reflejar de forma cuanti- tativa y cualitativa los efectos económicos y sociales de la brecha de género en la salud en España, a pesar de que las mujeres tienen una esperanza de vida al nacer 5,5 años superior a la de los hombres y 3,9 años mayor al llegar a los 65 años, la diferencia desaparece si solo se consideran los años en buena salud. En palabras de Marieta Jiménez, presidenta y directora general de Merck en España y presidenta de ClosinGap, “de eliminarse las desigualdades que condicionan esta peor salud, el ahorro potencial que supondría para la sociedad en su conjunto llegaría, según el estudio, al 0,8% del PIB. Esto supone el 70% de la factura farmacéutica, lo que nos habría permitido poner en marcha soluciones que ayuden a la innovación y sostenibilidad del sistema sanitario”.

El estudio capitaneado por Merck destaca que las mujeres dedican 1.800 millones de horas al año (el 62% del total) al cuidado de personas mayores y enfermos crónicos. Se trata de una dedicación no profesional, que de formalizarse, equivaldría a más de 977.000 empleos anuales a jornada completa, teniendo en cuenta que el Estatuto de los Trabajadores establece que la jornada laboral máxima legal en España es de 1.826 horas al año. Esta desigual dedicación a los cuidados tiene también implicaciones en la salud. El estudio demuestra que los cuidados incrementan la probabilidad de sufrir depresión (en 3,4 puntos adicionales) y ansiedad (2,7) en las mujeres.

El valor económico potencial de esta mayor dedicación al cuidado que llevan a cabo las mujeres asciende a 7.812 millones de euros al año, cantidad con la que podría pagarse el 85% de la nómina mensual de todas las pensiones contributivas del país. Además, la incidencia de la depresión y ansiedad en el PIB a causa del mayor recurso a las bajas por incapacidad temporal fruto de este mayor deterioro de la salud en las mujeres supera, según el informe, los 345 millones de euros.

La baja natalidad le restó 31.003 millones de euros a la economía española en 2016
Otro de los datos destacados del informe se refiere a la baja tasa de nacimientos del país, relacionada en parte con las condiciones en las que se ejerce la maternidad en España, especialmente durante los primeros meses y/o años de vida de los hijos. Así, si el país hubiera mantenido un comportamiento similar a la media de países del entorno, habrían nacido según el estudio 1,2 millones de personas más desde 1985; con ello, en 2016 habría habido 900.000 personas más en edad de trabajar. Al respecto, Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck, afirmó que “el impacto económico de que esto no haya ocurrido fue de 31.003 millones de euros en 2016 o, lo que es lo mismo, un 2,8% del PIB. Esto equivale a casi el 50% del gasto público anual en sanidad en España. El 9,3% de esa cantidad habría formado parte de la recaudación por cotizaciones de Seguridad Social, lo que representaría 2.872 millones de euros más en recaudaciones”.

El estudio destaca que aquellos países con una mejor evolución de la natalidad y con permisos de paternidad más prolongados, como Alemania, Reino Unido o Suecia, obtienen una mayor puntuación en el índice Global de Brecha de Género elaborado por el Foro Económico Mundial, mientras que aquellos con peores cifras de nacimientos, como Grecia e Italia, obtienen peores puntuaciones.

Sectores de ocupación y estereotipos sociales, factores sociales que afectan a la salud de las mujeres
El análisis cualitativo se ha centrado en los problemas de salud y patologías registradas por hombres y muje- res, fundamentalmente causados por factores biológicos pero también asociados a condicionantes sociales, como los diferentes hábitos de vida de hombres y muje- res, la ocupación profesional desarrollada y los sesgos inconscientes de género.

El estudio, que no detecta diferencias de calado entre mujeres y hombres con respecto al acceso y uso de los servicios del sistema sanitario, sí apunta importantes divergencias en la prevalencia de enfermedades, con las mujeres más afectadas por problemas del aparato locomotor, sistema nervioso y trastornos del estado de ánimo, mientras que los hombres presentan mayor incidencia de enfermedades del aparato respiratorio, cardiovascular y cáncer.

En lo referente a la mortalidad, entre las principales causas de muerte entre los hombres se encuentran los tumores, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores o la cirrosis, mientras que las mujeres fallecen con mayor frecuencia en situaciones de trastorno mental senil y presenil, Alzheimer y por causas relacionadas con enfermedades hipertensivas. El estudio señala también que las mujeres fallecen en mayor proporción que los hombres por enfermedades cardiovasculares.

En este punto, el informe señala indicios de existencia de sesgos inconscientes de género en salud. Se diagnostican en mayor medida los problemas de salud relacionados con las enfermedades cardiovasculares en hombres que en mujeres, a pesar de que ellas fallecen más por estas patologías. Los síntomas de infarto agudo de miocardio en la mujer son menos conocidos, lo que podría conducir a una menor autopercepción del riesgo y a que sean menos diagnosticadas.

Mención destacada merece el hecho de que los estereotipos sociales de género sigan presentes, algo considerado como un problema por dos de cada tres españoles.

Al respecto, uno de los condicionantes de la salud asociado hace referencia a los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), entre los que se engloban la anorexia y la bulimia: del total de casos diagnosticados en Atención Primaria en 2015, un 87,6% correspondieron a mujeres.

Finalmente, el informe analiza las consecuencias del empleo sobre la salud, detectando que las ocupaciones predominantemente desempeñadas por mujeres con- centran enfermedades profesionales que requieren de mayor tiempo de recuperación, lo que podría explicar que la duración media de las bajas por enfermedad profesional sea 11 días superior en el caso de las mujeres (105,84 días) que en el de los hombres (95,21 días).


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