Llega a España Fasenra para el tratamiento de pacientes con asma grave eosinofílica no controlada

20/2/2019
Enviar a un amigo
Imprimir en PDF
Llega a España Fasenra para el tratamiento de pacientes con asma grave eosinofílica no controlada
Categorías:
Respiratorio  Antiinfecciosos  

Benralizumab es un anticuerpo monoclonal, con un mecanismo de acción diferencial antieosinófilos, indicado para tratar a pacientes que no logran controlar la enfermedad a pesar de la administración de corticosteroides inhalados en dosis altas y agonistas β2 de acción prolongada.

En los ensayos clínicos, este tratamiento demostró seguridad y eficacia desde la primera dosis mantenida durante 2 años de tratamiento sin que aumentara la frecuencia de los efectos adversos totales o graves.

En España, aproximadamente el 4% (en torno a 60.000 pacientes) de los pacientes con asma tienen una forma grave y no controlada de la enfermedad, lo que se asocia a más síntomas, peor función pulmonar y mayor número o gravedad de exacerbaciones.

La prevalencia del asma sigue aumentando y se ha estimado que en el año 2020 probablemente afecte a 400 millones de personas en el mundo5. En el año 2017, murieron 1.118 personas a causa de esta enfermedad en nuestro país. El asma grave no controlada se asocia con síntomas frecuentes, incremento de bajas laborales o escolares, así como de visitas al hospital y hospitalizaciones.

Con el objetivo de ofrecer a estos pacientes una nueva opción terapéutica, llega a España Fasenra (benralizumab), de AstraZeneca, un anticuerpo monoclonal indicado como tratamiento de mantenimiento adicional en pacientes adultos con asma grave eosinofílica no controlada a pesar de la administración de corticosteroides inhalados en dosis altas y agonistas β de acción prolongada.


 De izquierda a derecha: Dr. Santiago Quirce, Jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz; la Dra. Ana Pérez, Directora Médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca España, y el Dr. Luis Pérez de Llano, Jefe de Servicio de Neumología del Hospital Lucus Agusti y Director del PII de asma de SEPAR.

Uno de los retos en el abordaje de esta patología es lograr un adecuado control puesto que, a pesar de tomar dosis altas de los medicamentos recomendados para el control del asma, estos pacientes terminan utilizando de forma crónica corticosteroides orales (OCS, por sus siglas en inglés), lo que puede provocar efectos adversos graves a corto y largo plazo.

Además, el asma grave tiene una importante repercusión en la calidad de vida de los pacientes limitándoles sus actividades, relaciones sociales, rendimiento profesional y, en definitiva, la salud y el bienestar. De hecho, los pacientes con asma no controlada presentan una tasa de visita a urgencias del 39.5% frente a un 7.4% de los pacientes con asma controlada. En cuanto a la tasa de hospitalización, es del 22.7% en pacientes no controlados frente al 1.6% de los pacientes con asma controlada.

En palabras del Dr. Santiago Quirce, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, “las visitas a urgencias y las hospitalizaciones por asma todavía son frecuentes y esta tendencia parece haberse estabilizado en los últimos años”, a lo que ha añadido que, hoy día, “el asma es responsable de aproximadamente 345.000 muertes prevenibles por año, a nivel global”.

En esta enfermedad, los eosinófilos juegan un papel importante. Se trata de un tipo de leucocitos que intervienen en la respuesta del organismo frente a las reacciones alérgicas, el asma y la infección por parásitos. Como ha explicado el experto, “los eosinófilos generalmente constituyen menos del 5% de los leucocitos circulantes. En el asma tienen gran importancia como célula inflamatoria, al acumularse en las vías respiratorias, conociéndose desde hace tiempo su implicación en las exacerbaciones (ataques) del asma, y también se asocian con un peor control del asma y una pérdida acelerada de función pulmonar”.

Para el doctor, a la hora de llevar a cabo el diagnóstico, “es muy importante identificar y fenotipar el componente inflamatorio del asma, en especial para determinar si existe un patrón eosinofílico, lo que ocurre entre un 50-70% de los casos de asma”. Asimismo, ha señalado que “la inflamación de tipo eosinofílico se asocia con una mejor respuesta a los corticosteroides y, en los casos de resistencia a los mismos, a las terapias antieosinofílicas biológicas con anticuerpos monoclonales”.

La eficacia de benralizumab se fundamenta en la eliminación (depleción) de las células que presentan IL5R [receptor de la IL-5 (ILR)] mediante la activación de la inmunidad innata, permitiendo la eliminación rápida y casi completa de eosinófilos en el paciente, tanto en sangre como en esputo.

Tal y como ha indicado el Dr. Luis Pérez de Llano, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Lucus Agusti y director del PII de asma de SEPAR, este fármaco “tiene un mecanismo de acción diferencial al actuar directamente sobre el eosinófilo y su acción contra esta célula, responsable en parte de la gravedad y mal control del asma, es la más potente de todos los fármacos de este tipo”. Asimismo, ha añadido que “puede reducir el número de otras células relevantes en el asma grave de inicio tardío: basófilos e ILC2”.

En este sentido, el Dr. Pérez de Llano ha puesto de manifiesto que “benralizumab podría convertirse en un tratamiento de referencia para esta patología por su mecanismo de acción diferencial, por su potencia antieosinofílica y por la comodidad de administración”.

La aprobación de benralizumab por la Agencia Española del Medicamento y Productos Humanos (AEMPS) se basa en los resultados del programa WINDWARD, en el que se incluyeron 1.809 pacientes que recibieron benralizumab en los ensayos pivotales de Fase III en crisis asmáticas, SIROCCO y CALIMA, y el ensayo de Fase III sobre reducción de la cantidad de corticosteroides orales, ZONDA.

En el ensayo de registro, ZONDA, se demostró una reducción de la mediana del 75% en el uso diario de OCS respecto al inicio (en comparación con una reducción del 25% con placebo). Asimismo, se demostró una suspensión del uso de OCS en aproximadamente uno de cada dos pacientes elegibles (pacientes que recibían una dosis máxima de 12,5 mg) (52%) en comparación con el 19% en el grupo del placebo dependiente de OCS tratados con benralizumab durante un periodo de 28 semana.

En los estudios SIROCCO y CALIMA también se demostraron reducciones significativas de la tasa anual de crisis asmáticas, de hasta el 51% en SIROCCO (28% en CALIMA) en comparación con placebo a las 48 y 56 semanas respectivamente. El cociente de tasas en comparación con placebo fue 0,49 (0,37-0,64; p <0,0001) en SIROCCO (0,72 (0,54-0,95; p = 0,0188) en CALIMA) en los pacientes con eosinófilos elevados en sangre (≥300 células por μl).

Por otro lado, durante el estudio BORA, el 74% de los pacientes que participaron con un recuento basal de eosinófilos en sangre de 300/μl o superior (población de eficacia primaria), tratados con benralizumab cada ocho semanas de forma continuada desde los ensayos SIROCCO o CALIMA, no sufrieron ninguna crisis en su segundo año de tratamiento, manteniendo la mejoría de la función pulmonar y el control del asma.

Este tratamiento se presenta en forma de inyección subcutánea a dosis fija en una jeringa precargada que se administra una vez cada cuatro semanas durante las tres primeras dosis; a continuación, una vez cada ocho semanas.

En palabras de la Dra. Ana Pérez, Directora Médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca en España, “en AstraZeneca estamos innovando con el lanzamiento de fármacos biológicos como benralizumab y apostando por la mejora de calidad de vida de los pacientes a través de terapias dirigidas a la modificación del curso de la enfermedad”. Por último, Ana Pérez ha destacado que “el área de Respiratorio es una prioridad estratégica para AstraZeneca, nos avala una sólida tradición de más de 40 años enfocados al desarrollo de medicamentos utilizados por más de 17 millones de pacientes en todo el mundo”.

Benralizumab es el primer biológico de uso en neumología de AstraZeneca y está aprobado también como tratamiento complementario para el asma grave eosinofílica en EE.UU., la Unión Europea, Japón y otros países. Además, está siendo revisado por las autoridades sanitarias de distintas jurisdicciones.

Otras noticias: