Nueva opción de tratamiento en Argentina para dos de las principales causas de pérdida de visión en personas de más de 50 años

22/3/2024
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Nueva opción de tratamiento en Argentina para dos de las principales causas de pérdida de visión en personas de más de 50 años

Recientemente, se aprobó en Argentina faricimab, un nuevo tratamiento para la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y el edema macular diabético (EMD).

Esta nueva opción terapéutica busca mejorar la calidad de vida de los pacientes al reducir la frecuencia de las inyecciones intraoculares requeridas para controlar estas enfermedades.

La degeneración macular asociada a la edad y el edema macular diabético son dos condiciones que afectan profundamente la calidad de vida de quienes conviven con ellas y son las principales causas de la alteración visual central y ceguera legal en las personas con más de 50 años. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 196 millones de personas en todo el mundo padecen degeneración macular asociada a la edad, de los cuales 10,4 millones ya presentan una deficiencia visual que va de moderada a total. Además, es considerada la principal causa de ceguera entre las personas mayores de 60 años.

Por su parte, el edema macular diabético resulta de una complicación de la diabetes. Afecta a alrededor de 21 millones de personas en el mundo y es la primera causa de pérdida de visión en adultos en edad laboral. En Argentina, afecta aproximadamente a un 10% de las personas con diabetes. Especialistas advierten que a medida que la diabetes siga creciendo en el mundo, cada vez más personas se verán afectadas por esta enfermedad.

Recientemente se aprobó en Argentina faricimab, un nuevo tipo anticuerpo monoclonal bi específico para el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (húmeda) y el edema macular diabético. Esta novedosa terapia implica menos inyecciones en el ojo a lo largo del tiempo que los tratamientos disponibles hasta el momento.

Además, los estudios en fase III de este fármaco han mostrado que, luego de dos años de iniciado el tratamiento, aproximadamente el 80% de los pacientes tratados en ambas patologías pudieron extender aún más el intervalo de tratamiento, por encima de los tres meses. Esto implica una menor carga tanto para los pacientes como para sus cuidadores e, incluso, para los sistemas sanitarios.

"Los beneficios de esta nueva molécula, en términos de calidad de vida del paciente, son fundamentales", comenta el Prof. Dr. Marcelo Zas, Presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología (SAO). Y agrega, "en los estudios clínicos, faricimab ha demostrado poder extender el intervalo entre las dosis hasta las 16 semanas, lo que permite bajar la carga del tratamiento y hacerlo más confortable y adecuado para el paciente”.

El Prof. Dr. Arturo Alezzandrini, Presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo y Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología, destaca que “la vía de administración de faricimab a través de una inyección intravítrea no genera ningún tipo de dolor. El procedimiento, que dura unos minutos, se realiza bajo anestesia en gotas y con todos los cuidados necesarios para prevenir infecciones”.

Tener alternativas terapéuticas para personalizar los tratamientos es fundamental. Lo que buscamos a través de las nuevas terapéuticas es el mantenimiento de la visión, la posibilidad de extender los intervalos entre tratamientos -lo que impacta en una mayor adherencia-, la accesibilidad y por supuesto la seguridad para el paciente”, señala el doctor Andres Bastien, Jefe de la Sección Retina del Hospital Italiano de Buenos Aires.


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